Con mucho sol, a eso de las 13:30 coso las patas negras, es lo único que falta para que un nuevo "Cuco Rebicho" quede terminado.
Está hecho de trozos de tela marrón donados por María Luisa, y lleva un lazo comprado en Valencia, y una estrella.
No vuela.
Como todos los Rebichos, no se sabe bien que son. Son lo que se quiera o lo que se sueñe.
Está creado para que luzca encima de una cama o una estantería o para que quede colgado moviendo las patas y pueda ver desde arriba cómo transcurre todo.
Son pequeños pero fuertes, son muy tiernos y lo mejor, son para siempre.
